Esta actividad ayuda a los actores del mercado a adaptar sus plantas industriales. Puede tratarse de responder a los cambios normativos, de modificar u optimizar el rendimiento de una instalación o incluso de integrar un nuevo producto en ella.

Los ingenieros de procesos son, por lo tanto, responsables de definir las diferentes etapas, tanto técnicas como químicas o bioquímicas, necesarias para la transformación de las materias primas en productos acabados o semiacabados que después se acondicionarán. Esto también implica el diseño del equipo a instalar (tanques de mezcla, máquinas de molienda, fermentadores, equipos de separación o purificación, sistema de suministro de agua purificada, empaquetadoras, etc.) y, posteriormente, la configuración del conjunto conforme a la normativa vigente.

Otros aspectos de esta área de especialización: la redacción de las especificaciones técnicas para enmarcar un proyecto, pero también la gestión, la selección y el seguimiento de los proveedores. Finalmente, la misión de estos equipos puede incluir la recepción de los equipos, su instalación, puesta en marcha u operación en el centro.